Es probable que nunca haya sido tan difícil ser una persona joven como lo es ahora.

Es la razón por la que nos dedicamos a ayudar a la juventud a nivel mundial con recursos llenos del Evangelio para descubrir su propósito, abrazar su individualidad y usar sus extraordinarios dones para impactar el mundo.

Les estamos dando a los adultos jóvenes las herramientas para crear una vida que vale la pena vivir, mientras que les ayudamos a encontrar respuestas a sus circunstancias más difíciles.

Hace veinte años, alguien llamó a mi puerta y sucedió algo que cambiaría mi vida para siempre.

Ver a los jóvenes adultos preparados y empoderados para grandes hazañas, sirviendo local y globalmente es nuestra motivación.

Nuestro ministerio global está basado en un programa de misiones comprometido a empoderar a los jóvenes adultos a compartir el Evangelio con el mundo.